A OSCURILLAS!!
Llevamos ya un par de seiones que entran en juego los antifaces, la cosa es que unos cuantos no sponemos el antifaz y te dejas llevar.
La primera sesión que los utilizamos yo fui una de las que s elo puso y la cosa consistió en , tumbarse en una colchoneta y dejar que el resto de compañeros te tocasen, de soplaran, susurraran, transportaran... en definitiva, que pusieran en alerta todos nuestros sentidos, ya que el de la vista lógicamente lo habiamos anulado.
Bueno pues la sensación fue genial, notaba un monton de manos haciendome cosquillas por el cuerpo, de repente alguien me movia me llevaban de un lado al otro del aula, me soplaban por las orejas, la barriga, la nuca, por el cuerpo en general. Al final nos dejaban y todos se marchaban para volver a entrar de nuevo con un grito.
Se supone que el grito debía sobresaltarme pero estaba tan relajada que ni siquiera el grito de todos mis compañeros consiguió activarme, jajaja.
La sensación más intensa que sentí en este ejercico , fue la incertidumbre, no sabia que iba a pasar, quién me tocaba, quién me movia, hacia dónde, porqué,durante cuanto tiempo, cuántos eran, nada; no sabía nada. Y eso fue lo mejor, unido al placer que proporcionaban las cosquillas que me ponian la piel de galina, y a la sensación de movimiento de mi cuerpo sin yo moverlo.
La segunda de las sesiones en las que utilizmaos los antifaces, tambien fui una de las afortunada sque lo llevó, de hecho durante 2 turnos porque no tenía compañero asique repetí en el rol de invidente se podría decir.
La cosa consistía en que un compañero te guiaba andando, corriendo, bailando por la clase, te cogia de la mano y te hacia correr, de repente se paraba y bailábamos y de repente la persona con la que bailas es otra diferente y vuelves a andar y correr. Me iban pasando de compañero en compañero y cada uno me cogía de una forma distinta, algunos de la mano otros de los hombros, otros me llevaban contra el pecho, otros me pasaban el brazo por los hombros, cada uno empleaba una técnica. Lo más curioso era com cambiaba mi grado de seguridad dependiendo de lo que me transmitiese mi portor. Con algunos sentía total confianza, no temía chocarme contra otros compañeros, ni tropezar, ni chocar contra las paredes , ni nada, me sentía lo que se dice protegida. Con otros en cambio esa sensación se alternaba con un poco de miedo , o de falta de confianza, no me fiaba al 100% de todos, quizá por la forma de cogerme , o por la fuerza con que me cogian o quien sabe porqué, el caso es que cada persona me hacia sentir de una manera y me transmitía unas cosas.
La verdad este ejercicio tambien me gusto mucho, sobretodo la sensación de velocidad, de correr a toda máquina hacia una dirección que no sabes cuál es, y con la duda de si en un momento dado me van a soltar y otro será el que coja mi mano.
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